11.21.2005

Mi clásico

Hacía bastante tiempo (al menos dos años), que mi cuerpo no se sentaba a disfrutar de un partido de fútbol en el estadio de Balaídos. Hoy, en un noviembre lluvioso como no podía ser de otra forma, y acompañado únicamente con mi camiseta celtista y mi bolsa de pipas, pude seguir con entusiasmo el partido donde peor lo puedo pasar como aficionado al fútbol, un Celta: Atlético de Madrid.

Jugaba el Celta con Pinto - Ángel, Sergio, Lequi, Placente - Oubiña, Iriney - Núñez (Contreras, m.72), Canobbio (Roberto, m.72), Silva - Baiano (Javi Guerrero, m.87); y los colchoneros con Leo Franco - Valera, Perea, Pablo, Antonio López - Zahínos, Luccin(Maxi, m.61), Gabi (Arizmendi, m.85) - Ibagaza - Galletti (Petrov, m.61) y Fernando Torres.

Éramos unas 18.000 almas bajo la tenue lluvia de las siete de la tarde, y pudimos ver cómo el Celta, en un buen partido, doblegaba por 2:1 a un grande de la Liga española, sufriendo hasta el final, pero ganando. Por ello, lo pasé mal hasta el último minuto de juego, pues los de Bianchi apretaron hasta el último segundo de juego.

Pero mi condición humana de persona sufridora está hoy en apogeo, pues así como estaba con el equipo a la postre vencedor, también mi corazoncito daba algún que otro ánimo al rival de rayas, hoy enemigo, el resto de días mi sangre. Los goles celestes alegraban mi ser, pero a su vez, qué cruel es la vida, entristecían mi lado rojiblanco, necesitado de puntos a día de hoy.

Vi un buen partido a pesar de la incertidumbre, y allí, con la compañía de mí mismo, disfruté 95 minutos de juego con mi interminable bolsa de pipas, y pasé una tarde agradable disfrutando de mi compañía y de un hoobie hasta cierto punto olvidado, el fútbol.

El Celta es hoy, después de 12 jornadas, 3º en Liga, a dos puntos de los líderes, Barça y Osasuna. El panorama, después del añito en segunda, es fabuloso. Me alegro de que Fernando Vázquez esté ilusionando a la afición, pues es el entrenador que para mí siempre debió tener el Celta, y Vázquez siempre debió tener un equipo como este. Ojalá Europa no sea una quimera en el año del retorno, aunque, sinceramente, quedarse en 1ª a final de temporada ya sería un logro.

Mi Atleti deambula por la zona media baja, con un buen entrenador pero que se caga fuera de casa, planteando sistemas tácticos que creo nadie es capaz de entender. Un equipo que no sigue un patrón de juego homogéneo en sus partidos es difícil que termine haciendo equipo y plantando una base sólida para empezar a tener resultados. Espero que Bianchi sepa sacar el máximo rendimiento al buen equipo que tiene y alcance Europa. Entonces, a pesar de lo de hoy, pasaré un finde temporada delicioso, con mis ojitos derechos mirando muy alto, en dirección a la gloria.