Adiós, Jesús Rollán

La pasada semana, uno de los grandes deportistas españoles de la pasada década, y principios del s.XXI, nos ha dejado. Jesús Rollán, el portero de la selección de waterpolo durante esta época, para muchos el mejor del mundo, y para otros, una grandísima persona, por circunstancias que no voy a entrar a valorar (no es el objetivo del texto), perdió la vida el pasado sábado 11 de marzo.

He de decir que me ha afectado la noticia, pues, después de verlo jugar en todas las Olimpiadas que he visto, así como los Mundiales y Europeos de waterpolo, se me hace raro que una persona tan joven se vaya tan pronto. Rollán era un chico con un buen humor contagioso, que siempre llevaba la sonrisa a cuestas, y bromeando con sus compañeros. Sin conocerlo más que por lo que la tele nos mostraba, era la típica persona que te genera una opinión inmejorable sobre sí mismo a los 2 minutos de escucharlo, de ahí que su fallecimiento no ha sido igual que el de cualquier otra persona.

Hay veces que la vida te da sorpresas, gratas e ingratas. La muerte de Rollán, para mí, ha sido de las más ingratas.

Acabo diciendo que siempre te tendré en el recuerdo como el portero más grande de la historia del waterpolo, y como una persona a la que me hubiera gustado conocer.

Descanse en paz, Jesús Rollán.